Inician la segunda etapa para mejorar la seguridad de la tubería de riego en Fuentes de Ebro ante inundaciones.
ZARAGOZA, 30 de noviembre - Un importante paso hacia la resiliencia ecológica y la mitigación del riesgo de inundaciones se ha dado con el inicio de la segunda fase del Proyecto LIFE Ebro Resilience P1. Este esfuerzo se dirige a la mejora de la infraestructura de riego de la Comunidad de Regantes de la Huerta del Ebro, en la localidad aragonesa de Fuentes de Ebro.
La intervención contempla la instalación de 2,3 kilómetros de tubería, que ha sido soterrada y colocada a una distancia segura del cauce del río. Esta medida busca reducir los impactos devastadores que las inundaciones han generado en el pasado en esta área, ofreciendo así una solución más sostenible y segura para los agricultores locales.
Las obras se llevarán a cabo de forma meticulosa para evitar posibles interferencias durante la crucial campaña de riego de la comunidad. La primera fase del proyecto, que concluyó en abril de este año, ya fue evaluada por los usuarios y se considera un éxito gracias a su operatividad durante la temporada de riego actual.
El enfoque de esta primera fase se centró en 1,3 kilómetros de tuberías, que fueron trasladadas fuera del dique de defensa y el cauce para mejorar la seguridad. Además, se transformó una instalación al aire libre en una infraestructura de hormigón soterrada, lo que ha permitido mitigar los cortes de suministro que eran habituales tras las averías en las estructuras existentes.
Con esta nueva fase de 1.030 metros, que complementa la intervención realizada anteriormente, se destinarán un total de 1.156.749 euros, fondos que provienen del Gobierno de Aragón y del Programa LIFE. La ejecución de las obras está a cargo del ejecutivo aragonés, a través de la empresa pública TRAGSA, asegurando una gestión eficiente y responsable de los recursos.
Además de las mejoras en el tramo de Osera de Ebro a Fuentes de Ebro, el Proyecto LIFE Ebro Resilience P1 está implementando otras obras para la adaptación de zonas agrícolas al riesgo de inundaciones. Este enfoque integral no solo se centra en la técnica, sino también en fomentar la colaboración entre comunidades y expertos en la gestión hídrica.
Este proyecto ha sido seleccionado por el Programa LIFE como un modelo piloto, marcando un precedente para otras cuencas fluviales de Europa que enfrentan desafíos similares. Las obras han comenzado con la primera fase de la Mejora de la Resiliencia, que implica una inversión de 3 millones de euros para abordar las inundaciones en el Ebro, particularmente en Osera de Ebro y Fuentes de Ebro.
Entre las intervenciones más significativas, se incluye la recuperación del espacio fluvial para solucionar los estrechamientos en el río, en puntos críticos como la mejana del Conde y el meandro de Aguilar. Eliminando los diques existentes y reconstruyéndolos a una distancia mayor del cauce, se garantizará un flujo natural del río, permitiendo que este se adapte a las crecidas sin causar daños a las áreas aledañas.
En términos generales, se espera que el proyecto beneficie a 350 hectáreas de fincas agrícolas y recupere 20 hectáreas como espacio natural para el río, contribuyendo así a la reducción de los estrechamientos que representan un riesgo en épocas de fuertes lluvias.
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