El Ayuntamiento de Calatayud experimenta repelente natural contra estorninos.

El Ayuntamiento de Calatayud experimenta repelente natural contra estorninos.

CALATAYUD (ZARAGOZA), 7 Ago.

El Ayuntamiento de Calatayud, a través de su Departamento de Medio Ambiente, ha decidido implementar un nuevo sistema con el objetivo de reducir las molestias y la suciedad causada por los estorninos en algunas áreas del centro de la ciudad. La empresa encargada de controlar la población de palomas en Calatayud ha proporcionado asesoramiento y ha propuesto esta solución sencilla para intentar alejar a estas aves y evitar que pernocten en áreas urbanas.

Hoy, se han colocado bolsitas que contienen extractos naturales de plantas en varios árboles del Paseo Barón de Warsage de Calatayud. Se realizarán pruebas para determinar la efectividad de este sistema y si logra resolver los problemas generados por la numerosa población de estorninos que utilizan estos árboles como refugio para pasar la noche.

La combinación de geraniol, menta, lavanda, tomillo y otras plantas tiene la capacidad de modificar el comportamiento de algunas aves, ya que su olor actúa como un repelente.

Personal de la empresa Valoriza, responsable del mantenimiento de parques y zonas verdes en Calatayud, se ha encargado de colocar las bolsas con el contenido vegetal para evaluar si se reducen los problemas causados por la acumulación de aves en estos árboles.

La concejal delegada de Medio Ambiente, Ana Isabel García, ha explicado que "estas plantas generan una sensación de molestia o incomodidad en aves como las palomas y los estorninos, lo que los aleja del área de aplicación".

En su mayoría, son los estorninos los que eligen los árboles del Paseo Barón de Warsage para pasar la noche al atardecer. Sus excrementos causan molestias a los peatones y a los clientes de las terrazas ubicadas allí, generando una gran cantidad de suciedad. La empresa de limpieza dedica cinco horas diarias, aproximadamente desde las 05.00 hasta las 12.30 horas, a eliminar estos residuos que también son corrosivos.

En las próximas semanas se evaluará si este nuevo sistema es efectivo y si es suficiente para abordar un problema presente en muchas ciudades, donde se intenta controlar la población de aves debido a las molestias de suciedad, ruido y daños que causan.

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Aragón