El alcalde Azcón anuncia un plan de reforestación para toda la región durante su visita a Perdiguera.

En una visita a Perdiguera (Zaragoza), el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, recordó uno de los incendios forestales más destructivos que afectó a la Comunidad Autónoma hace cinco años. Anunció un ambicioso plan de reforestación que abarcará todo Aragón.

El incendio que arrasó las tierras de la sierra de Alcubierre entre Perdiguera y Leciñena en 2016 dejó secuelas en 869 hectáreas, cambiando por completo la fisionomía de los montes. El presidente destacó la importancia de trabajar en la recuperación de estas zonas afectadas por el fuego.

Con una inversión de 880.000 euros procedentes de los fondos Next Generation, el Gobierno regional llevará a cabo la reforestación de Perdiguera, así como de otras zonas dañadas por incendios forestales en Valmadrid, Luna, Zuera, Orés y Castiliscar. El plan contempla la plantación de más de dos millones de árboles, permitiendo a los aragoneses contribuir a la recuperación de los bosques de la región.

Azcón destacó la importancia de este proyecto para Aragón, que busca reforestar gran parte de las 2,5 millones de hectáreas de superficie forestal en la región. El plan se extenderá hasta 2027, con una inversión total de 10,2 millones de euros, esperando superar esta cifra con la colaboración de empresas, ayuntamientos y diputaciones provinciales.

Además de los beneficios ambientales, la reforestación tendrá un impacto positivo en la economía rural. Se estima que cada hectárea requiere entre 10 y 12 jornales de trabajo, lo que generará miles de empleos directos en la zona. Esta iniciativa fortalecerá la economía local al fomentar el turismo y el consumo en establecimientos locales.

El presidente destacó que este esfuerzo colectivo busca transformar a Aragón en una región más verde, sostenible y comprometida con la lucha contra el cambio climático. La meta es mitigar los efectos del calentamiento global y proteger los suelos frente a la erosión, plantando árboles en 500 hectáreas cada año.

Azcón hizo hincapié en la importancia de la participación de toda la sociedad aragonesa en este proyecto de reforestación. El patrimonio natural de Aragón es una joya que debe ser protegida y preservada para las generaciones futuras.

La reforestación en Perdiguera y Leciñena se lleva a cabo con la plantación de las mismas especies nativas que cubrían originalmente la zona, como la sabina albar, mora, pino carrasco y encinas. El proceso incluye la identificación y preparación de los terrenos, así como la consulta a los municipios para su participación en el proyecto.