En Zaragoza, el sábado 13 de abril se llevó a cabo la Ruta 8 de Territorio Mudéjar, que recorrió las localidades de Alpartir, Cosuenda, Cariñena y Longares con el propósito de sumergir a los visitantes en la identidad mudéjar a través del urbanismo, la arquitectura y la historia local.
En estas localidades, a excepción de Longares, no se conservan monumentos importantes de estilo mudéjar, ya que han experimentado cambios significativos en épocas posteriores que han modificado su aspecto.
Por lo tanto, esta ruta se enfoca en ofrecer "más bien un paseo para explicar cómo se construyen los entornos urbanos más allá de las manifestaciones artísticas, y cómo convivían las poblaciones cristianas, judías y musulmanas en la Edad Media", según declaraciones de Victoria Trasobares, directora de la Asociación Territorio Mudéjar, a Europa Press.
Territorio Mudéjar es una red de 48 municipios impulsada por la Diputación Provincial de Zaragoza para preservar y difundir el arte mudéjar, y esta es la tercera edición de sus rutas, que ofrecen un calendario con 29 fechas de visitas guiadas para conocer el patrimonio, paisaje, tradiciones y gastronomía de las localidades de la provincia.
La octava ruta inició a las 10:00 horas en Alpartir, donde se destacaron el paisaje y los restos del Hospital de la Orden de San Juan de Jerusalén, un ejemplo de la importancia de esta localidad en la Edad Media.
Posteriormente, el recorrido continuó en Cosuenda, a las 12:30 horas, comenzando en el Torreón de la Lisalta, recientemente restaurado, que formaba parte de un antiguo castillo y que posiblemente fue el campanario de una iglesia mudéjar desaparecida. En este pueblo, se destacaron el barrio de las bodegas y otros ejemplos de arquitectura y urbanismo.
En la tarde, a las 16:30 horas, la ruta llegó a Cariñena, donde se visitó el Torreón de las Monjas y se exploraron ejemplos de urbanismo medieval, como la judería, la iglesia parroquial y el templo dedicado al Santo Cristo, que anteriormente albergaba una sinagoga en la Edad Media.
Finalmente, en Longares, la visita obligada fue a la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, de estilo renacentista y construida sobre una estructura románica del siglo XII, cuya torre es un ejemplo destacado del mudéjar aragonés.
En cuanto a cultura y turismo, se unen en estas rutas para que los visitantes descubran otros atractivos como la gastronomía y la artesanía locales, culminando en Longares con un café acompañado de los deliciosos 'moscatelicos' de Cariñena: uvas moscatel rellenas con vino y cubiertas de merengue, chocolate y almendras, como un toque final dulce para la jornada.
La próxima ruta está programada para el domingo 21 de abril y se centrará en el mudéjar como patrimonio mundial, con visitas a Tobed, Cervera de la Cañada y Calatayud.
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