En una rápida respuesta a la devastación causada por la DANA, el Grupo Caja Rural ha decidido destinar 3,3 millones de euros para proporcionar ayuda directa a las comunidades afectadas. Esta acción se suma a la generosa ola de donaciones individuales que están realizando las diferentes cajas rurales que forman parte del grupo, subrayando el compromiso solidario del sector.
Además de la cuantiosa donación, el Grupo ha implementado diversas iniciativas adaptadas a las necesidades de sus socios y clientes en las zonas que han sufrido los embates de esta catástrofe natural. Cuatro de estas cajas asociadas—Caixa Popular, Caixa Rural d'Algemesí, Caixa d l'Alcúdia y Caja Rural de Albal—se encuentran situadas en las áreas más impactadas, lo que refleja la conexión directa de estas entidades con las comunidades locales.
El Grupo Caja Rural, caracterizado por su enfoque en la cooperación intercooperativa y su compromiso con el desarrollo económico y social de su entorno, se reafirma como un pilar fundamental de apoyo para las comunidades en las que opera. Su objetivo es demostrar que la banca no es solo un servicio financiero, sino una herramienta para el bienestar social.
En su afán por aliviar la situación de los damnificados, el Grupo Caja Rural ha intensificado sus esfuerzos para facilitar el acceso a soluciones financieras. Entre las medidas disponibles se incluyen moratorias en los pagos, líneas de crédito a interés cero, retiros sin costo en cajeros de las áreas afectadas y asistencia para el uso de banca online, todo con el objetivo de brindar mayor apoyo a quienes lo necesitan en estos momentos críticos.
El compromiso de la entidad va más allá de las donaciones financieras. Se han mobilizado recursos y personal para asegurar que las oficinas que enfrentaron daños por el temporal puedan reanudar sus operaciones con la mayor celeridad posible. Los empleados, desde el inicio de la crisis, se han mostrado dispuestos a prestar su apoyo, colaborando activamente para ayudar a sus clientes y socios.
A través de estas medidas, el Grupo Caja Rural reafirma su dedicación hacia los territorios afectados y hacia el bienestar de sus empleados, socios y clientes. Se plantea así un modelo de banca de proximidad que no solo se ocupa de la vertiente financiera, sino que también se compromete de manera social con el entorno.
Las entidades Caja Rural de Aragón y Caja Rural de Teruel han unido fuerzas a esta importante iniciativa, con el fin de brindar colaboración a las zonas más dañadas. Estas entidades, como parte del Grupo, están refrendando su papel como referentes en solidaridad dentro del ámbito financiero.
En particular, Caja Rural de Aragón está trabajando de la mano con las autoridades locales para evaluar el impacto de la DANA en las comarcas afectadas. Esto permitirá determinar el tipo de asistencia que resultará más efectiva en el terreno, asegurando una ayuda adecuada y oportuna.
Por su parte, Caja Rural de Teruel complementa su ayuda económica con una reciente iniciativa que ya ha recaudado más de 60.000 euros gracias a las contribuciones conjuntas de sus empleados y la propia entidad. Además, ha facilitado apoyo logístico y materiales para ayudar a la localidad de Algemesí en Valencia, evidenciando así su compromiso con la cooperación y la solidaridad.
Con los esfuerzos mancomunados de Caja Rural de Aragón y Caja Rural de Teruel, se ha consolidado un modelo financiero que abraza la colaboración solidaria. Ambas entidades son un ejemplo de cómo la banca puede servir como un verdadero aliado en tiempos de crisis, demostrando que el bienestar de la comunidad siempre debe ser una prioridad.
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