En un episodio devastador ocurrido en la residencia de Villafranca de Ebro, el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, ha hecho frente a la tragedia al reunirse con los familiares de los dos heridos que resultaron afectados por el incendio de esta madrugada. A pesar del impacto emocional que la situación ha generado, los familiares se encuentran “animados” ante la evolución de los afectados.
Tras su visita a la residencia, donde lamentablemente se contabilizaron diez fallecimientos, Azcón, acompañado por el consejero de Sanidad, José Luis Bancalero, se dirigió al Hospital Royo Villanova en Zaragoza. Ahí permanecen los dos hombres que requirieron atención médica, uno de ellos de 65 años, quien está en estado crítico en la UCI, y otro de 72 años, quien se encuentra en Urgencias y cuyas noticias son más positivas, con un pronóstico de evolución favorable que podría llevarlo pronto a una habitación de observación.
El presidente Azcón expresó la importancia de hacerse presente en este momento tan difícil, indicando: "Hemos querido interesarnos por el estado de salud de los dos residentes que estaban en Villafranca y que están ingresados en el Hospital Royo Villanova". Su visita al hospital duró aproximadamente 45 minutos, un tiempo dedicado a ofrecer apoyo y empatía a las familias afectadas.
Durante el encuentro, tanto Azcón como Bancalero pudieron dialogar con la hermana del paciente más grave y con la hija del otro herido, pero lo hicieron en un espacio privado para minimizar cualquier incomodidad posible. “Quisimos ser respetuosos con su dolor y su situación”, enfatizó el presidente, quien también ofreció su respaldo a las familias, asegurando que están “a su disposición” para facilitar una pronta recuperación y reencuentro con sus seres queridos.
Respecto al estado del herido más crítico, Azcón manifestó su esperanza de que la situación mejore: “Mantenemos las esperanzas de que todo salga bien”, un mensaje de optimismo en medio de la adversidad. Sin embargo, no se oculta la “preocupación lógica y normal” que sienten los familiares, quienes enfrentan el duro impacto emocional de ver a sus seres queridos en una situación tan crítica, repercusiones que son aún más intensas debido a la naturaleza trágica del incendio.
En el momento del siniestro, 69 personas se encontraban en el interior del centro. Los 57 residentes que lograron salir ilesos han sido trasladados a la residencia Vitalia de Huesca, donde se espera que puedan recibir el cuidado y la atención que necesitan tras esta experiencia tan traumática.
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