El presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, ha manifestado su profunda tristeza ante el devastador incendio ocurrido en la residencia de Villafranca de Ebro, en Zaragoza. Este trágico incidente ha cobrado la vida de diez residentes y ha dejado a dos más heridos, uno de ellos en estado crítico, lo que ha llevado a las autoridades a declarar un día de luto oficial en honor a las víctimas.

“Hoy, tanto la sociedad zaragozana como la aragonesa, y estoy seguro de que toda España, estamos colmados de consternación ante incidentes de esta índole que implican la pérdida de vidas humanas, como hemos lamentado en esta ocasión”, afirmó Azcón poco antes de dirigirse al Hospital Royo Villanova de Zaragoza para informarse sobre el estado de las personas afectadas en el siniestro.

El presidente reconoció la valentía y dedicación del personal de la residencia, quienes actuaron con rapidez para rescatar a los residentes. “La directora de la residencia y la alcaldesa me compartieron que el trabajo de estas profesionales fue fundamental. En un momento tan crítico como este, fueron ellas quienes se encargaron de evacuar a los residentes, algunos de los cuales presentaban problemas de salud mental, lo que hizo su labor aún más desafiante, especialmente en un horario nocturno donde muchos aún dormían. Quiero reconocer y agradecer el esfuerzo extraordinario que llevaron a cabo”, declaró con aprecio el presidente.

Respecto a las causas del incendio, que se inició en una de las habitaciones, Azcón adoptó un enfoque cauteloso, refiriéndose a las declaraciones del delegado del Gobierno en Aragón. Mencionó que un equipo especializado de Logroño está llevando a cabo una investigación exhaustiva y subrayó la importancia de esperar los informes de la Guardia Civil antes de sacar conclusiones: “Es fundamental ser prudentes hasta que podamos determinar con certeza las causas exactas del incendio. Una vez que tengamos los reportes, tanto la familia como la residencia y los medios de comunicación los recibirán”, precisó.

El presidente también destacó que, a pesar de la magnitud de la tragedia, la rápida respuesta y el hecho de que las puertas de las habitaciones estaban cerradas evitaron que el desastre fuera aún más grave. “Estuve conversando con el jefe de bomberos, y una de las claves del éxito en la contención del fuego fue que las puertas estuvieran cerradas, lo que contribuyó a prevenir la propagación del incendio y del humo”, compartió.

En relación al traslado de los demás residentes, Azcón informó que serían reubicados en una residencia de Huesca, la misma que se utilizó anteriormente durante el desbordamiento del río Huerva. “Es un proceso bien planificado y se está ejecutando con celeridad”, agregó.

Finalmente, Azcón aseguró que los sobrevivientes se encuentran en buen estado y destacó la eficiencia en la organización del traslado. “Los autobuses ya se encuentran en el lugar, y quiero reconocer el trabajo conjunto entre la residencia y los servicios sociales del Gobierno de Aragón, que están haciendo un esfuerzo admirable para garantizar que en un tiempo reducido todos los residentes tengan un nuevo hogar temporal, ya que este proceso podría durar un periodo prolongado mientras se restaura la residencia afectada”, concluyó.