El Gobierno de Aragón ha decidido activar por primera vez el Plan Especial de Protección Civil ante fenómenos meteorológicos adversos de Aragón (Procifemar) en su fase de alerta, ante los avisos naranjas por lluvias y tormentas emitidos por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) para toda la Comunidad de 14.00 a 23.59 horas.

El objetivo del Procifemar es coordinar todas las actuaciones y mantener informadas a las instituciones implicadas y a la ciudadanía sobre los fenómenos meteorológicos adversos que afecten a la comunidad autónoma de Aragón, según ha informado el Ejecutivo.

Desde el centro de emergencias 112 Aragón, se ha comunicado a todas las comarcas de la comunidad la situación meteorológica y los avisos naranjas por lluvias y tormentas emitidos por la Aemet, que afectarán a las tres provincias aragonesas entre las 14.00 y las 23.59 horas.

Además, a través de las redes sociales del Gobierno de Aragón y del 112 Aragón se está difundiendo la previsión de meteorología y dando consejos de autoprotección ante los riesgos de fuertes lluvias y tormentas, así como la presencia de granizo y los fuertes vientos que se pueden registrar esta tarde en la Comunidad.

Este instrumento tiene como objetivo proporcionar la información más actualizada posible sobre los fenómenos atmosféricos adversos y establecer protocolos de actuación en caso de riesgo. Integran el Procifemar diversas entidades y organismos públicos.

Una vez activado el Procifemar, se establecen distintas fases de alerta y emergencia, según la gravedad de la situación. Se determina un cálculo del riesgo de los municipios aragoneses, basado en la metodología del Plan Territorial de Protección Civil de Aragón (PLATEAR).

Aragón se divide en nueve zonas meteorológicas, tres por provincia, para definir la peligrosidad de los fenómenos meteorológicos adversos. La zona más afectada en Aragón es la de Pirineo oscense, seguida por otras regiones como Gúdar y Maestrazgo, Ribera del Ebro, Cinco Villas, entre otras.

La vulnerabilidad de los municipios se estudia considerando varios factores como la población, la antigüedad de los edificios, los servicios disponibles, entre otros. El riesgo se calcula a partir de cruzar los datos de peligrosidad con los de vulnerabilidad, para planificar acciones específicas en cada municipio en función del fenómeno.