En un gesto significativo de solidaridad, más de 650.000 litros de zumo han sido destinados a los bancos de alimentos de Aragón, brindando un alivio innegable a las comunidades más necesitadas de la región. Esta semana, el Banco de Alimentos de Zaragoza recibió la última entrega de este nutritivo producto, resultado de la donación de un millón de kilos de fruta realizada por los productores al inicio de la campaña agrícola.

Se prevé que esta generosa distribución alcance a aproximadamente 30.000 beneficiarios, quienes recibirán dos litros de zumo a lo largo de un periodo de catorce semanas, lo que pone de manifiesto la importancia de la colaboración entre el sector agrícola y las entidades de ayuda social en tiempos de crisis.

Esta notable iniciativa se deriva de un convenio establecido en junio entre el Departamento de Agricultura, Ganadería y Alimentación y los bancos de alimentos de Zaragoza, Huesca y Teruel. Gracias a este acuerdo, el Gobierno de Aragón ha destinado un presupuesto de 400.000 euros para respaldar estas acciones —con 200.000 euros dirigidos al Banco de Alimentos de Zaragoza y 100.000 euros para cada uno de los bancos de Huesca y Teruel— lo que representa un avance significativo en la ayuda alimentaria con recursos propios del gobierno.

Por primera vez, la Consejería de Agricultura, Ganadería y Alimentación ha canalizado una cantidad tan considerable de apoyo económico para fomentar una mejor nutrición entre los beneficiarios de estos bancos de alimentos, subrayando el compromiso del gobierno con los más vulnerables.

Aragón se posiciona como una de las principales regiones productoras y exportadoras de frutas de hueso en España, cultivando variedades como melocotones, nectarinas, paraguayas, albaricoques y cerezas, y alcanzando anualmente un impresionante volumen de producción que ronda las 500.000 toneladas.

No obstante, el sector frutal enfrenta desafíos inherentes a su naturaleza, dado que las frutas tienen un periodo específico para su recolección, lo que puede generar picos de producción y, consecuentemente, alteraciones en el mercado que afectan la rentabilidad de las explotaciones agrícolas. Este contexto pone de manifiesto la necesidad de implementar estrategias que aseguren el aprovechamiento óptimo de estos recursos.

Asumiendo su papel de agente de cambio, esta iniciativa no solo busca dar salida a los excedentes de frutas que no pueden ser comercializadas, como el melocotón, la nectarina o las paraguayas, sino que también pondera la importancia de mejorar la rentabilidad de las explotaciones agrícolas, al mismo tiempo que atiende la urgente demanda de alimentos por parte de las personas en situación de vulnerabilidad, muchas de las cuales no tienen acceso a estos productos nutritivos.